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Juan M.Gienini

artic10

Ondas Gravitatorias Continuas

Fecha: 29 de junio de 2022
Fuente: Búsqueda de Ondas Gravitatorias Continuas
Autores: Shanika Galaudage (Univ. Monash - Australia) y Karl Wette de OzGrav (Univ. Nac. de Australia)
traducido por: gienini

 Gracias a avances en ingeniería de altísima precisión, astrónomos y físicos pueden detectar tenues “movimientos” en el espacio-tiempo. Ciertos eventos cataclísmicos de astros pueden provocar esos movimientos que, aunque muy violentos en cuanto a la energía liberada, son casi imperceptibles debido a la cualidad muy “inelástica” del espacio-tiempo. A ello se suma que los eventos de tal magnitud ocurren a mucha distancia y por ello esa intensidad se ve muy atenuada.
 Por poner en perspectiva, si dos agujeros negros de aproximadamente 85 y 66 masas solares se funden, el agujero negro resultante tendría una masa de 142 soles. La colisión y reacomodamiento de esas 85+66=151 masas solares transformrían en energía gravitatoria ¡9 masas solares en una fracción de segundo!. Tal cantidad de energía solo puede generar una casi imperceptible perturbación en el tejido del espacio-tiempo circundante. Esa perturbación recorre el espacio a la velocidad de la luz y disminuye su potencia de la misma manera que lo haría la luz (por ejemplo de una estrella) en proporción inversa al cuadrado de la distancia. Hasta ahora ha habido más de 90 detecciones de ondas gravitatorias de tales eventos. Algunas observaciones pueden durar desde décimas de segundos hasta un par de minutos.
 Ondas gravitatorias continuas
 Estas ondas serían más fáciles de detectar, ya que son mucho más largas en duración en comparación con aquellas señales de cataclismos como las colisiones de objetos compactos. Una posible fuente de ondas gravitatorias continuas son los discos de acreción de las estrellas de neutrones (los remanentes de un tipo de supernovas de estrellas masivas). Después de esa implosión la estrella colapsa sobre sí misma, aplastando átomos y plasma en un núcleo muy denso de partículas que degeneran en el estado más denso - y medianamente estable - que puede sostener una estructura subatómica, una estrella compuesta sólo de neutrones. La señal de onda continua está relacionada con la rapidez con la que gira la estrella o su disco de acreción, por lo que las mediciones precisas de ese giro utilizando telescopios convencionales mejorarían mucho las posibilidades de detección de estas ondas gravitatorias ya que se dispondría de una orientación en el espacio de por dónde llegarían esas ondas y una pista de su frecuencia.
 En un estudio reciente, dirigido por la estudiante de doctorado de OzGrav Shanika Galaudage de la Universidad de Monash, en Australia, se intentaron determinar las frecuencias de giro de las estrellas de neutrones para ayudar a detectar esas ondas gravitatorias continuas.
 En este estudio, los científicos plantearon la hipótesis de que las ondas gravitatorias continuas provienen indirectamente de la acumulación gradual de materia en una estrella de neutrones desde una estrella compañera de baja masa. Ciertos de estos sistemas binarios se denominan binarios de rayos X de baja masa ó LMXB (acrónimo de Low Mass X-ray Binary star).
 La emisión de rayos-X permite detectar astros candidatos para ondas gravitatorias
 Si la estrella de neutrones puede mantener una "montaña" acumulada de materia (incluso una de unos pocos centímetros de altura pues la gravedad y la densidad allí son altísimas) produciría ondas continuas. La frecuencia de estas ondas vendrá dada por la velocidad de giro de la estrella de neutrones y la amplitud por la rapidez de la acreción (la cantidad de materia que cae en la estrella de neutrones por unidad de tiempo generando que esa "montañita" sea más grande)
 Estos sistemas que acumulan esta materia más rápidamente también son más brillantes en la luz de rayos X. Por lo tanto, los LMXB más brillantes son los objetivos más prometedores para detectar ondas continuas.
 Scorpius X-1 (Sco X-1) y Cygnus X-1 (Cyg X-2) son dos de los sistemas LMXB más brillantes (Sco X-1 ocupa el segundo lugar en brillo de rayos X en comparación con el Sol). Además de su brillo extremo, los científicos saben mucho sobre estos dos sistemas LMXB, lo que los convierte en fuentes ideales de ondas continuas para estudiar. Pero, sus frecuencias de giro aún son desconocidas.
 "Una forma en que podemos determinar cuán rápido giran estas estrellas de neutrones es buscando pulsaciones de rayos-X. Las pulsaciones de rayos-X de las estrellas de neutrones son como faros cósmicos. Si podemos cronometrar esos pulsos obtendremos su velocidad de giro y nos acercaremos a la detección de su onda gravitatoria continua" - indica Shanika Galaudage.
 "Sco X-1 es una de las mejores perspectivas que tenemos para hacer una primera detección de ondas gravitatorias continuas, pero es un problema de análisis de datos muy difícil. Encontrar una frecuencia de giro en los datos de rayos X sería como poner de relieve los datos de las ondas gravitatorias: 'aquí, aquí es donde deberíamos estar mirando'. Sco X-1 sería entonces un favorito al rojo vivo para detectar ondas gravitatorias continuas" - dice Karl Wette.

Impresión artística de dos agujeros negros colisionando en rotación

 Búsqueda de pulsaciones de rayos X
 El equipo realizó una búsqueda de pulsaciones de rayos X de Sco X-1 y Cyg X-2. Procesaron más de 1.000 horas de datos de rayos X recopilados por el instrumento Rossi X-ray Timing Explorer. La búsqueda utilizó aproximadamente 500 horas de proceso en la supercomputadora OzSTAR
 Desafortunadamente, el estudio no encontró ninguna evidencia clara de pulsaciones de estas fuentes de LMXB. Hay una serie de razones por las que esto podría ser: el LMXB podría tener campos magnéticos débiles que no son lo suficientemente potentes como para soportar pulsaciones detectables. O podría ser que las pulsaciones vayan y vengan con el tiempo, lo que las haría difíciles de detectar. En el caso de Sco X-1 es posible que sea un agujero negro y por tanto no produciría pulsaciones de rayos X.
 El estudio encuentra los mejores límites sobre cuán brillantes podrían ser estas pulsaciones de rayos X si ocurrieran; estos resultados podrían significar que las estrellas de neutrones no pueden sostener montañas de materia bajo su fuerte gravedad. La investigación futura puede basarse en este estudio mediante el empleo de mejores técnicas de búsqueda y datos más fiables.

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